A La Sociedad Civil Nacional e Internacional
Donde quiera que se encuentre.
Disculpad, señora sociedad civil, que os distraiga de vuestras múltiples ocupaciones y reiteradas angustias. Sólo os escribo para deciros que aquí estamos, que seguimos siendo nosotros, que la resistencia es todavía nuestra bandera y que todavía creemos en usted. Pase lo que pase, seguiremos creyendo. Porque la esperanza, señora de rostro difuso y nombre gigante, es ya en nosotros una adicción.
Vuesa excelencia sabrá ya que el horizonte se encapota de un gris que va para negro con la misma celeridad que marcha la venta de nuestra historia. Sin embargo, sabed que la libertad sigue estando ahí adelante, que sigue siendo necesario luchar y que la historia todavía espera quien le complete las planas. Así las cosas, y temiendo que no os veamos de nuevo, aceptad estas tres definiciones que vienen muy a pelo para días tan aciagos como los que nos esperan:Libertad. Dice Durito que la libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormidos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla. Yo digo que los zapatistas somos los adictos al insomnio que la historia desespera.
Lucha. Decía el Viejo Antonio que la lucha es como un círculo. Se puede empezar en cualquier punto, pero nunca termina.
Historia. La historia no es más que garabatos que escriben los hombres y mujeres en el suelo del tiempo. El Poder escribe su garabato, lo alaba como escritura sublime y lo adora como verdad única. El mediocre se limita a leer los garabatos. El luchador se la pasa emborronando cuartillas. Los excluidos no saben escribir... todavía.
Aceptad, señora, estas tres flores. Las otras cuatro llegarán luego... si es que llegan.Vale. Salud y recordad que la sabiduría consiste en el arte de descubrir, por detrás del dolor, la esperanza.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.Subcomandante Insurgente Marcos.México, mayo de 1996.
P. D. Se me olvidaba advertiros, señora, que no se deje engañar usted por funcionarios, columnistas y etcéteras que hacen de la mentira un eco infinito. Nada está resuelto, todo está roto. Y, en lo esencial, hay dos apuestas: la de ellos, la de la guerra, apuesta a que usted seguirá en la indiferencia; la de nosotros, la de la paz, apuesta a que usted bailará un zapateado que hará temblar todo, justo como tiembla el amor cuando es de veras.
P. D. traductora: De París preguntan los (as) traductores (as) si, en la Continental Americana, dije que ``el zapatismo es una institución''. Yo dije que ``el zapatismo es una intuición'', pero si el zapatismo termina siendo una institución, entonces es una mala intuición. El ``focador'', mon cherie, viene de foco, lámpara de mano, y no de foca, ser de cuya humedad ni hablo porque así me va con las feministas. Adelante, pues.
À sociedade civil onde quer que ela esteja
Desculpe, senhora sociedade civil, que a distraia das suas múltiplas preocupações e reiteradas angústias. Escrevo-lhe apenas para dizer que estamos aqui, que continuamos sendo nós mesmos, que a resistência ainda é nossa bandeira e que ainda acreditamos na senhora. Aconteça o que acontecer, continuaremos acreditando. Porque a esperança, senhora de rosto difuso e nome gigante, já é um vício entre nós.
Vossa Excelência já sabe que o horizonte se cobre de um cinza que muda para preto com a mesma velocidade com a qual andam vendendo a nossa história. No entanto, fique sabendo que a liberdade continua na nossa frente, que continua sendo necessário lutar e que a história ainda está esperando quem complete suas páginas. As coisas são assim, e receando que não nos vejamos de novo, aceite estas três definições muito apropriadas para dias tão nefastos como os que nos esperam:
Liberdade. Diz Durito que a liberdade é como o amanhecer. Alguns o esperam dormindo, mas outros acordam e caminham à noite para alcança-lo. Eu digo que nós zapatistas somos viciados em insônia e deixamos a história desesperada.
Luta. O Velho Antônio dizia que a luta é como um círculo. Pode começar em qualquer ponto mas nunca termina.
História. A história nada mais é a não ser garatujas escritas por homens e mulheres no solo do tempo. O poder escreve a sua garatuja, a elogia como escrita sublime e a adora como se fosse a única verdade. O medíocre limita-se a ler as garatujas. O lutador passa o tempo todo preenchendo páginas. Os excluídos não sabem escrever ... ainda.
Aceite, senhora estas três flores. As outras quatro chegarão logo ... se é que chegam. Tudo bem. Saúde, e lembre-se que a sabedoria consiste na arte de descobrir a esperança que está atrás da dor.
Das montanhas do sudeste mexicano,
Subcomandante Insurgente Marcos
P.S. Estava esquecendo de recomendar, senhora, que não se deixe enganar por funcionários, colunistas e etcéteras que fazem da mentira um eco infinito. Nada está resolvido, tudo está quebrado. E, no fundo, existem duas apostas: a deles, a da guerra, é de que a senhora continuará indiferente; a nossa, a da paz, aposta que a senhora vai dançar um sapateado que fará tudo tremer, assim como treme o amor quando é verdadeiro.